Láser Médica Segovia
Cirugía Vascular. Técnica hemodinámica CHIVA para el tratamiento de varices
CHIVA son las siglas del tratamiento Conservador Hemodinámica de la Insuficiencia Venosa Ambulatoria. El método fue descrito por Claude Franceschi en 1985, y desde entonces ha ido evolucionando e incorporando mejoras.
Se basa en realizar desconexiones estratégicas de los puntos de fuga detectados en el estudio por eco-doppler o puntos en que la sangre va en sentido contrario a lo que sería el retorno venoso normal. Al contrario que las técnicas ablativas, no se extirpa ni destruye la vena safena.
La técnica CHIVA está enfocada a corregir, en la medida de lo posible, los síntomas de la insuficiencia venosa superficial de las piernas, así como prevenir las posibles complicaciones que produce a lo largo de la vida. No se trata, por tanto, de una cirugía tan sólo estética de las varices.
El método CHIVA está indicado para todos los pacientes afectados de insuficiencia venosa superficial, que presenten varices u otros trastornos asociados a la IV.
Es una técnica idónea para las personas que hayan de reincorporarse de forma rápida a su vida laboral, pacientes de edad avanzada o con enfermedades concomitantes que contraindiquen una anestesia general.
Se realiza con anestesia local, sin ingreso hospitalario y utilizando incisiones pequeñas y micro incisiones.
La única contraindicación formal es que la persona no pueda caminar o que tenga una insuficiencia venosa profunda. Se trata de un método absolutamente individualizado, basándose en el estudio previo por eco-doppler: se realiza un mapeo de la pierna afectada (cartografía) que se marca sobre la pierna del paciente; es lo que se llama marcación CHIVA por eco-doppler, es indoloro y no se utiliza ningún contraste endovenoso.
Una vez en el quirófano se administra anestesia local en cada una de las marcas, de modo que no se duerme toda la pierna entera sino sólo los puntos de incisión; esto permite que al finalizar la intervención el paciente puede levantarse y caminar inmediatamente. Habitualmente se administra un sedante flujo sublingual para hacer más confortable la intervención, que puede durar entre 30 y 45minutos. Es excepcional requerir una sedación e.v.
Al finalizar la intervención se suele colocar una media compresiva durante 24h y se administra una inyección sc de heparina profiláctica.
La inmensa mayoría de pacientes hace vida normal al día siguiente y el índice de complicaciones es mínimo. A las 2 semanas se pueden notar las heridas indurada, adhuc enrojecidas; indica que el proceso de cicatrización interna continúa aunque ya no estén los puntos; acaban desapareciendo en un máximo de 8 semanas, y no impide hacer una vida normal.
Es muy recomendable caminar un mínimo de 90 minutos cada día para una recuperación mejor y más rápida. Al caminar la bomba muscular activa la circulación de retorno y se puede observar como las varices todavía visibles se vacían y se ablandan. Las suturas se pueden retirar en 7-10 días y realizamos lo menos tres controles de seguimiento durante el primer año. Después se recomienda un control anual.